Nutrición

Radiografía de las comilonas navideñas

Felix Prieto | Martes 29 de diciembre de 2015
En una sola comilona navideña se puede llegar a ingerir el 150% de las calorías que una persona media necesita para todo un día

  • Uno de los principales problemas de estas fechas es la previsión del exceso: como son fechas señaladas, hay que celebrarlas recurriendo a grandes comilonas.
  • La Navidad pone en relieve los malos hábitos dietéticos de muchos españoles, que persisten durante todo el año.
EN ESTAS FECHAS, EL COMER Y EL RASCAR, TODO ES EMPEZAR...
Al igual que los villancicos y el espumillón son elementos recurrentes en Navidad, los excesos gastronómicos son otro habitual de estas fechas. La radiografía de las comilonas navideñas que ha elaborado la marca de avena y muesli Kölln, señala que los encuentros alrededor de una mesa en estas fechas pueden alcanzar la ingesta de más de 3.000 kcal, una cifra que supone el 150% de las que una persona media puede necesitar en todo un día. Mientras que una comida normal debe implicar entre 750 y 1.000 kcal o una cena entre 500 y 750 kcal, una festín navideño puede llegar a triplicar o incluso cuadriplicar esta cifra.
Es fácil llegar a estos números si se tiene en cuenta el aporte calórico de algunos platos típicamente navideños. Por ejemplo, una cena de Nochebuenaque incluya en su menú langostinos (4 aprox: 82 kcal) con mayonesa casera (25 gr: 190 kcal), una ración de pulpo a la gallega con patatas (350kcal), asado de carne con salsa y puré de patatas (450 kcal) con un trocito de turrón (25gr: 150 kcal) y un polvorón (190 kcal) de postre, implica un consumo de 1.412 kcal. Pero claro, el gran problema en estas fechas es que las cantidades, además, son más abundantes de las estándar y nos encanta repetir.
A estos excesos en las comilonas festivas se les añade el consumo de alcohol. Acompañar la cena de Nochevieja con un par de copas de vino y brindar con cava para recibir el año, ya supone un plus de 325 kcal en la cuenta total. Por no hablar de otras bebidas con mayor contenido alcohólico, como una copa de whisky, brandy o ginebra que conlleva 244 kcal, o una de anís, que añade de golpe 297 kcal.
¿PERO, QUÉ HACEMOS EL RESTO DEL AÑO?
El principal problema está en que se suelen planificar mal los menús navideños. No se trata de cargar contra el cochinillo, el besugo, el pavo, los turrones, los aperitivos, el vino, la cerveza o el champagne, sino de una mala visualización de los banquetes típicos de Navidad y las comidas o cenas de grupo (empresa, gimnasio, amigos de la universidad...). La Navidad es un reflejo afilado de unos malos hábitos dietéticos que persisten todo el año y que se ponen más de relieve en este periodo.
La marca de avena y muesli Kölln ha recurrido al dietista-nutricionista Juan Revenga para consultarle cuál es la solución para compensar estos excesos, a lo que el experto responde “tras los festines navideños, la solución es hacer lo mismo que cuando nos ponen una multa por velocidad, es decir: pagar y hacer propósito de enmienda. El verdadero problema en estas cuestiones es la previsión del exceso. Es decir, el pensar que como son fechas señaladas estas hay que celebrarlas recurriendo a grandes comilonas".
LAS CLAVES PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA
Esta radiografía de los festines navideños que Kölln ha preparado de la mano de Juan Revenga propone:
· No asociar celebración con exceso y menos cuando en el día a día vivimos en un entorno de por sí cuajado de refrescos, dulces, comida preparada, picoteos a deshora...
· En Navidad y en torno de la mesa, haríamos muy bien en centrarnos en la calidad más que de la cantidad: cocinar con alimentos sanos, incorporar otros originales o exóticos, o dedicar tiempo a las preparaciones culinarias y a los detalles.
· El cambio de hábitos dietéticos es la clave para no enfrentarnos al mismo problema al año siguiente.
· Los cambios nunca deben ser puntuales, ni efectistas, ni incluir la palabra detox, ya que se trata de soluciones que, a la larga, solo terminan por cronificar y agravar los mismos errores iniciales, alejándonos de la verdadera solución.
· Unas metas realistas y honestas con una motivación sólida tienen que ser los principales motores para el cambio vitalicio, con el fin de que ni estas Navidades ni cualquiera de las próximas sean observadas con temor.
· Realizar elecciones más saludables en la elaboración de nuestros menús. Por ejemplo, podemos utilizar la avena Kölln para los "empanados" o para espesar los purés. Otra alternativa es utilizarla como base para elaborar postres como cookies de nueces de macadamia y arándanos rojos o bollitos de semilla de amapola.
LA AVENA
Los productos elaborados con cereales con fibra “original” (no añadida) constituyen uno de los grupos de alimentos básicos que caracterizan las más recientes recomendaciones junto a los grupos de alimentos proteicos saludables y el de los de origen vegetal fresco (frutas, verduras y hortalizas).
Los copos de avena Kölln se presentan como una buena alternativa al estar elaborados a base de cereales que son en su mayor parte integrales, poco procesados y con una riqueza nutricional destacada en vitaminas, minerales y fibra presentes de forma original en la materia prima.
Según el nutricionista Juan Revenga, "Los productos de avena Kölln (muy en especial sus copos) representan buena manera de introducir esas recomendaciones sobre el consumo de alimentos ricos en fibra y que además tienen un perfil nutricional francamente interesante: bajos en grasa, bajos en azúcares (los copos), y ricos en vitaminas, minerales y fibra… un lujo para llevarse a la boca en cualquier época del año".
Juan Revenga es un experto dietista-nutricionista colegiado y divulgador en cuestiones de nutrición, alimentación y salud.

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