Tercera edad

El cambio de hora afecta más los niños y los mayores

Pablo del Caso | Martes 01 de noviembre de 2016

Sobretodo en el sueño, la alimentación y el estado de ánimo.



¿Mito o realidad? Todo depende de la persona y del organismo, cada una es un mundo. Lo que sí es frecuente que los expertos se encuentren con pacientes que presentan síntomas de mayor cansancio, confusión y problemas por encontrarse con menos tiempo para realizar las actividades cotidianas, lo que hace que las personas acometan sus tareas con menos energía de lo normal.

Este sábado un años más los relojes han cambiado el horario estacional y, en esta ocasión, a las 3.00 horas de la mañana se retrasó el reloj a las 2.00 horas, esto puede afectar al sueño, la alimentación y el estado de ánimo sobretodo en los niños y personas mayores.

Para que el cambio de hora nos afecte demasiado sigue unos consejos:

  • Acostar a los niños un poco más tarde los días previos para que el cambio sea menos brusco, para el resto de la población es recomendable mantener los mismos hábitos y evitar fuentes de luz artificial en el cuarto como móviles, tablets u otros dispositivos.
  • El cambio puede provocar que la persona tenga sueño y se duerma antes de la hora, despertándose con ello antes o que, acostándose a la misma hora se sienta desvelada o se levantante antes de tiempo, llegando a cansarnos posteriormente más que antes del cambio de la hora.
  • Los efectos del cambio horario se producen porque afecta al ritmo circadiano, regulado por un sistema hormonal, que ajusta las principales actividades diarias del individuo como los momentos de dormir o comer. Los efectos son leves para la salud, hay individuos a los que les influye más; entre los síntomas se encuentran cambios en el estado de ánimo, desvelos, irritabilidad, falta de concentración y cansancio.
  • El cambio de hora afecta al ritmo circadiano, una especie de 'reloj' interno gracias al cual el cuerpo se prepara para realizar distintas actividades a lo largo del día; así sentimos hambre a la hora aproximada a la que solemos comer o sueño en las horas cercanas a la de dormir.

Los experto recuerda que no hay que preocuparse por estos cambios ya que, habitualmente, se reajustan por sí mismos pasados unos días. Además, para evitarlos o atenuar sus ejercidos aconseja mantener los hábitos de vida tal y como estaban antes del cambio de hora.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas