La OCDE destaca que invertir en la prevención de un envejecimiento saludable puede generar ahorros significativos en los cuidados de larga duración. Durante un encuentro internacional organizado por Fundación Caser y Fundación Pilares, Jacek Barszczewski, investigador en políticas sanitarias, subrayó que un aumento del 10% en la inversión en prevención puede reducir en un 0,9% la proporción de personas con enfermedades crónicas en solo cinco años. La jornada abordó la insostenibilidad del modelo actual de cuidados y propuso alternativas centradas en el hogar y la comunidad, enfatizando la necesidad de coordinar recursos y respetar la autonomía de las personas mayores. Los resultados de proyectos piloto evidencian mejoras en calidad de vida y satisfacción al implementar modelos de atención integral.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha señalado que invertir en la prevención de un envejecimiento saludable no solo es beneficioso para la salud pública, sino que también contribuye a un significativo ahorro en los cuidados de larga duración. Esta afirmación fue realizada por Jacek Barszczewski, investigador en Políticas Sanitarias en Cuidados de Larga Duración, durante un encuentro internacional celebrado en el IMSERSO.
El evento, organizado por Fundación Caser y Fundación Pilares, abordó la sostenibilidad de los cuidados de larga duración en España y Europa. Barszczewski destacó que un aumento del 10% en las inversiones preventivas puede reducir hasta un 0,9% la proporción de personas con enfermedades crónicas en solo cinco años, lo que se traduce en un considerable ahorro económico.
Durante la jornada se discutió sobre los retos que plantea el envejecimiento de la población, una situación que exige respuestas adecuadas por parte de los gobiernos. Sin embargo, muchos expertos coinciden en que las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes y podrían generar problemas a corto y medio plazo.
El modelo actual de atención a la dependencia es considerado insostenible tanto desde el punto de vista económico como humano. Diversos estudios indican que la ciudadanía prefiere permanecer en su hogar y entorno familiar cuando requiere apoyo. En este contexto, se presentaron alternativas basadas en el Modelo de Atención Integral Centrado en la Persona, promoviendo cuidados domiciliarios y mejoras en el ámbito comunitario.
Clarisa Ramos-Feijóo, profesora de la Universidad Alicante, subrayó la importancia de coordinar los recursos existentes para evitar duplicidades y despilfarros. Enfatizó que todos somos responsables del cuidado: el Estado, las administraciones, las familias y las propias personas mayores. Además, resaltó la necesidad de respetar su autonomía y considerar sus opiniones.
Pilar Rodríguez, presidenta de Fundación Pilares, presentó los resultados positivos de un proyecto piloto implementado durante tres años en colaboración con Lares. Este proyecto validó el modelo integral centrado en la persona y mostró mejoras significativas en calidad de vida y satisfacción entre los beneficiarios. Se logró una efectiva utilización de recursos públicos y privados mediante una gestión continua adaptada a cada caso.
En el encuentro también se abordó cómo el modelo español de cuidados es único en Europa debido a su fragmentación y gobernanza. A diferencia de otros países donde se otorgan aportaciones económicas directas a las personas para elegir sus servicios, aquí son las administraciones quienes deciden qué recursos asignar.
Juan Sitges, director de Fundación Caser, enfatizó que las reflexiones surgidas durante esta jornada son fundamentales para construir soluciones conjuntas ante los desafíos actuales y futuros. El objetivo final es asegurar los mejores cuidados para aquellos que son lo más valioso: las personas.
Finalmente, Mayte Sancho, directora general del IMSERSO, concluyó el evento afirmando que es posible transformar el modelo actual hacia uno más adecuado a las necesidades reales de la población anciana; sin embargo, será necesario un esfuerzo conjunto para lograrlo.
La OCDE concluye que invertir en prevención de un envejecimiento saludable puede contribuir significativamente al ahorro en los cuidados de larga duración, destacando que un aumento del 10% en la inversión en prevención puede reducir en un 0,9% la proporción de personas con enfermedades crónicas en cinco años.
En el encuentro se reflexionó sobre los retos que presenta el envejecimiento de la población y la necesidad de anticiparse a estos desafíos. Se plantearon alternativas al modelo actual, como facilitar los cuidados en el hogar y mejorar la atención comunitaria.
Se propone un Modelo de Atención Integral Centrado en la Persona, que incluye ofrecer cuidados en casa, crear residencias más pequeñas e integradas en la comunidad, y adaptar las residencias actuales hacia un modelo más hogareño.
La profesora Ramos-Feijóo enfatiza que es crucial coordinar recursos para evitar despilfarros y duplicidades, recordando que todos somos responsables de los cuidados, incluyendo al Estado y las administraciones.
Los resultados del proyecto piloto fueron positivos, mostrando un incremento en los indicadores de calidad de vida y satisfacción entre las personas atendidas, gracias a una metodología que apoya continuamente a las familias.
A diferencia de otros modelos europeos donde las personas reciben una aportación económica para decidir qué servicios desean, el modelo español permite que sea la administración quien decida qué servicios o recursos se otorgan a las personas.
Juan Sitges subrayó que el objetivo es construir soluciones conjuntas para garantizar los mejores cuidados para las personas, quienes son lo más valioso en cualquier sociedad.
Mayte Sancho destacó que es posible lograr otro modelo de cuidados diferente al actual, pero es necesario trabajar activamente para conseguirlo.