La brecha digital impacta al 67% de las personas mayores de 60 años en España, según un estudio de la Fundación Ferrer i Guàrdia. Este hallazgo fue presentado durante la jornada 'Envejecer en la era digital: retos y oportunidades para la inclusión', donde se abordaron las desigualdades sociodigitales que enfrentan los mayores. A diferencia del 37% de la población general afectada por esta brecha, el acceso a la tecnología para los mayores es aún más limitado, con un 41% de disparidad. Además, el 73% de los mayores presenta un bajo perfil de inclusión digital y más del 50% de los mayores de 75 años considera que no pueden usar tecnología. La jornada concluyó con un Decálogo para la Inclusión Digital que propone garantizar el acceso equitativo y combatir el edadismo digital, además de ofrecer formación continua y crear entornos digitales accesibles.
La brecha digital se ha convertido en un tema de creciente preocupación, especialmente entre la población mayor. Un reciente estudio realizado por la Fundación Ferrer i Guàrdia revela que el 67% de las personas mayores de 60 años se ven afectadas por esta desigualdad tecnológica. Este hallazgo fue presentado durante la jornada titulada ‘Envejecer en la era digital: retos y oportunidades para la inclusión’, donde se discutieron los desafíos que enfrentan los mayores en un mundo cada vez más digitalizado.
El evento destacó que la brecha digital no es simplemente una cuestión de habilidades individuales relacionadas con la edad, sino un reflejo de desigualdades sociales más amplias y sistemas que no consideran la diversidad de sus usuarios. La investigación, pionera a nivel estatal e inclusiva para mayores de 74 años, arroja luz sobre cómo la transformación digital impacta en la autonomía, el acceso a servicios y las relaciones sociales de este grupo etario.
Los datos son contundentes: mientras que el 37% de la población española enfrenta algún tipo de brecha digital, este porcentaje asciende al 67% entre los mayores de 60 años. En términos de acceso, esta disparidad es aún más pronunciada, con un 41% de brecha para los mayores frente al 9% en el resto de la población. Además, un preocupante 73% de las personas mayores presenta un perfil bajo en inclusión digital.
Otro aspecto crítico revelado por el estudio es que la exclusión digital no solo depende del acceso a dispositivos o formación, sino también está influenciada por prejuicios relacionados con la edad. Más del 50% de los mayores de 75 años creen que ya no son capaces de utilizar tecnología. Asimismo, el 65% presenta dependencia digital, cifra que se eleva al 80% entre aquellos mayores de 76 años.
La jornada comenzó con una intervención clave de Vania de la Fuente Núñez, experta internacional en envejecimiento saludable y coautora principal del informe mundial sobre edadismo de la ONU. De la Fuente enfatizó que el edadismo abarca no solo discriminación directa, sino también estereotipos y prejuicios hacia las personas mayores.
En el ámbito digital, estos prejuicios se manifiestan a través de tres niveles: institucional, donde los entornos digitales son diseñados sin considerar a los mayores; interpersonal, donde se perpetúan estereotipos negativos; y autoinfligido, donde los propios mayores interiorizan mensajes desalentadores sobre su capacidad tecnológica.
Marta Fullola, investigadora asociada a la Fundación Ferrer i Guàrdia, presentó datos sobre las actitudes hacia el aprendizaje digital entre los mayores: solo un 7% ha participado en alguna formación relacionada en los últimos cinco años. Durante el debate posterior, expertos como Sergi Antarena, gerontólogo, señalaron que es necesario ir más allá del simplismo asociado a la edad y reconocer cómo múltiples factores influyen en las experiencias de envejecimiento.
Mar Beneyto, investigadora del Laboratorio de Innovación Social y Digital de UVic, advirtió que muchas investigaciones quedan incompletas al excluir a grupos vulnerables como aquellos en residencias o con mayor edad. Mientras tanto, iniciativas como las presentadas por Laya Sánchez y Verónica Rodríguez, enfocadas en proyectos comunitarios para mejorar la capacitación digital entre los mayores, resaltaron la importancia del empoderamiento a través del uso adecuado de tecnologías.
La jornada concluyó con un decálogo propuesto por Sandra Gómez, quien sintetizó las conclusiones alcanzadas. Entre las recomendaciones prioritarias se incluyen:
Aumentar la seguridad digital también debe ser una prioridad central mediante programas adecuados y eficaces.
| Descripción | Cifra |
|---|---|
| Porcentaje de la población general afectada por la brecha digital | 37% |
| Porcentaje de mayores de 60 años afectados por la brecha digital | 67% |
| Porcentaje de acceso a internet para mayores de 60 años | 41% |
| Porcentaje de inclusión digital baja en mayores de 60 años | 73% |
| Porcentaje de dependencia digital en mayores | 65% |
El 67% de las personas mayores de 60 años en España se ven afectadas por la brecha digital, según un estudio de la Fundación Ferrer i Guàrdia.
Mientras que la brecha digital afecta al 37% del conjunto de la población española, este porcentaje se incrementa hasta el 67% en el caso de las personas mayores de 60 años.
La exclusión digital no solo depende del acceso o la formación, sino también de prejuicios edadistas. Más del 50% de las personas mayores de 75 años creen que ya no pueden usar la tecnología.
Se recomienda garantizar el acceso digital equitativo, combatir el edadismo digital, ofrecer formación continua y contextualizada, promover modelos de acompañamiento digital y diseñar entornos digitales accesibles.
El edadismo se manifiesta a través de estereotipos que presentan a los mayores como tecnofóbicos o menos capaces, así como en el diseño institucional que excluye a las personas mayores.