Salud

Los casos de abusos químicos con intención sexual o para robar, deberán ser detectadas en las urgencias hospitalarias

Elsa Bernaldo de Quirós | Domingo 09 de noviembre de 2014
El Hospital Clínico San Carlos ha presentado una Guía de Detección Clínica de la Sumisión Química (SQ) que permita encauzar médico y judicialmente aquellas agresiones que se hayan podido producir.

Calificado como problema de Salud Pública, la Sumisión Química (SQ) consiste en el uso de sustancias químicas, legales o ilegales, facilitadas a la víctima, generalmente sin su consentimiento, para reducir su nivel de consciencia y hacerla más vulnerable a agresiones de tipo sexual, especialmente en mujeres y niños. también se usa para la sustracción de objetos de valor o para el control inadecuado de ancianos en el medio socio-sanitario. Ante el aumento de este tipo de agresiones, la Comisión contra la Violencia del Hospital Clínico San Carlos presentó el pasado viernes, 7 de noviembre, la Guía de Detección Clínica de la SQ, para afrontar en los hospitales este tipo de situaciones que requieren un enfoque multidisciplinar por sus aspectos clínicos, jurídicos, legales y sociales. Dicha comisión está compuesta por médicos forenses y de emergencias (SAMUR), urgenciólogos, ginecólogos, farmacólogos, enfermeras, matronas y enfermeras.

Como explicó el médico de Urgencias Cesáreo Fernández Alonso, actualmente el 20% de las violaciones sexuales se están produciendo con la mediación de alguna sustancia química que es suministrada a la víctima sin su consentimiento, para poder manipular su voluntad y reducir o anular su resistencia física ante un ataque contra su cuerpo. Utilizando la terminología anglosajona, el doctor Fernández habló de drogas que facilitan el asalto sexual (“Drug-facilited sexual assault”), citando algunas ilegales como el GHB (éxtasis líquido) y la Burundanga (Escopolamina) y algunos psicofármacos del Vademécum cuyo uso puede ayudar a la comisión de delitos de corte sexual. En cuanto a lo que ocurre en las urgencias hospitalarias cuando llega una persona con indicios de haber sufrido un episodio de SQ con prosible agresión sexual, el urgenciólogo ponente expuso algunos casos en los que la víctima exhibía falta de memoria, gran confusión mental y señales físicas y a veces orgánicas en su cuerpo y ropa. En otros casos la sospecha de SQ es difícil de confirmar porque, como dijo el doctor Fernández, actualmente muchos jóvenes se drogan y pueden darse casos de relaciones sexuales consentidas, incluso bajo los efectos de las drogas. Como ejemplo puso las celebraciones del Día del Orgullo Gay, durante las cuales se reciben en el Hospital Clínico a jóvenes que aún llevan el “chupete” de GHB en la boca.

La enfermera Teresa Martínez Burgoa, explicó el protocolo que se recoge en la Guía presentada en cuanto a recogida, custodia, conservación y remisión a la autoridad judicial de las muestras que deben ser obtenidas de la víctima, tales como sangre, orina, un mechón de cabello de la zona de la nuca, semen, etc. Para ello, el médico debe realizar un parte judicial y enviarlo al juzgado mediante fax, mediando un consentimiento informado.

PIE DE FOTO: La Comisión contra la Violencia del Hospital Clínico San Carlos en pleno.

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