El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha dado un paso significativo en la comprensión de los efectos del calor sobre la salud humana. A través de sus institutos en Galicia, Cataluña y Andalucía, el CSIC ha publicado un estudio internacional en la revista Environment International, que establece una clara relación entre las noches calurosas y el aumento de la mortalidad a nivel global.
Este análisis se inscribe dentro de la red global Multi-Country Multi-City Collaborative Research Network (MMC), que reunió a más de 40 instituciones de diversos países, incluyendo Brasil, Alemania, Francia, China y Estados Unidos. En España, participaron el CSIC a través de la Misión Biológica de Galicia (MBG), el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), la Estación Biológica de Doñana (EBD) y la Universitat de València.
Impacto del Calor Nocturno
Los investigadores destacan que el incremento en la frecuencia de noches calurosas durante las últimas décadas, junto con las proyecciones futuras relacionadas con el cambio climático, subrayan la necesidad urgente de entender su impacto en la salud pública. “A pesar de su relevancia, los estudios sobre las consecuencias del calor nocturno son todavía escasos”, afirman desde el equipo investigador.
El estudio analizó más de 14 millones de muertes ocurridas entre 1990 y 2018 en 178 ciudades repartidas por 44 países. Se utilizaron datos horarios sobre temperaturas y modelos estadísticos avanzados para evaluar el efecto del calor nocturno, definido como aquellas noches donde las temperaturas superan ciertos umbrales durante varias horas. En España, se incluyeron 42 capitales provinciales, siendo Granada la ciudad con mayor porcentaje atribuible a este fenómeno con un 3.56%, seguida por Madrid (3.45%) y Córdoba (3.44%).
Resultados Geográficos y Consecuencias para la Salud
Los resultados revelan que el exceso de calor nocturno presenta patrones geográficos coherentes, evidenciando efectos latitudinales e influencias continentales. Las áreas más afectadas se localizan en la cuenca mediterránea central y sudoriental, donde se registraron medianas diarias superiores a los 30 °C e incluso superiores a los 70 °C.
El estudio concluye que las noches calurosas pueden incrementar el riesgo de mortalidad hasta en un 3%, presentando un efecto independiente del calor diurno. Esto implica que es fundamental implementar medidas específicas para mitigar estos riesgos.
"El calor nocturno interfiere con la recuperación fisiológica tras el estrés térmico acumulado durante el día, afecta negativamente la calidad del sueño y puede agravar enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurológicas", explica Dominic Royé, investigador Ramón y Cajal en la MBG-CSIC y primer autor del estudio.
Recomendaciones para Mitigar Riesgos
A raíz de estos hallazgos, el equipo propone integrar el calor nocturno en los sistemas de alerta temprana, desarrollar refugios climáticos urbanos y aumentar las zonas verdes. También sugieren garantizar condiciones térmicas adecuadas en viviendas y hospitales, así como diseñar planes preventivos que consideren este tipo de calor como un riesgo específico.
"Las noches calurosas no solo dificultan el descanso; también intensifican el estrés térmico acumulado durante el día", señala Royé. Por su parte, Aurelio Tobías, investigador del IDAEA-CSIC y coautor del estudio, enfatiza que "las noches tropicales han aumentado considerablemente debido al cambio climático". Este fenómeno se ha manifestado con particular intensidad en los últimos veranos.
Una Llamada a la Acción
Veronika Huber, coautora del estudio desde EBD-CSIC, añade: "Es crucial que las políticas públicas reconozcan esta dimensión del calor para proteger mejor a las poblaciones vulnerables". El equipo concluye que se requieren más investigaciones para explorar cómo interactúan los efectos del calor diurno y nocturno en diversas ciudades climáticas y para identificar subgrupos vulnerables.
Además, queda pendiente investigar cómo se relacionan entre sí tanto el exceso de calor como su duración, así como determinar si períodos cortos con temperaturas nocturnas muy elevadas son particularmente perjudiciales para la salud humana.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
14,000,000 |
Número de muertes analizadas |
178 |
Número de ciudades estudiadas |
44 |
Número de países involucrados |
3.56% |
Fracción atribuible a la mortalidad en Granada por exceso de calor nocturno |
3.45% |
Fracción atribuible a la mortalidad en Madrid por exceso de calor nocturno |
3.44% |
Fracción atribuible a la mortalidad en Córdoba por exceso de calor nocturno |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué revela el estudio liderado por el CSIC sobre las noches calurosas?
El estudio revela una asociación entre las noches calurosas y un aumento del riesgo de mortalidad a nivel global, destacando que el calor nocturno tiene un impacto directo en la salud, independiente del calor diurno.
¿Cuáles son los efectos del calor nocturno en la salud?
El calor nocturno impide la recuperación fisiológica del cuerpo tras el estrés térmico diurno, afecta la calidad del sueño y puede agravar enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurológicas.
¿Qué ciudades españolas presentan mayor riesgo debido al exceso de calor nocturno?
Las ciudades españolas con mayor fracción atribuible al exceso de calor nocturno son Granada (3.56%), Madrid (3.45%) y Córdoba (3.44%).
¿Qué medidas se proponen para mitigar los efectos del calor nocturno?
Se aboga por incluir el calor nocturno en los sistemas de alerta temprana, desarrollar refugios climáticos urbanos, aumentar las zonas verdes y garantizar condiciones térmicas adecuadas en viviendas y hospitales.
¿Por qué es importante estudiar las noches calurosas según los investigadores?
Es crucial comprender el impacto de las noches calurosas para definir estrategias de salud pública y orientar iniciativas de adaptación ante el cambio climático.