La maternidad, al igual que la paternidad, es un paso importante en la vida de cualquier persona. La idea de ser padres resulta muy atractiva para una pareja que ha decidido compartir todos sus proyectos e ilusiones. Pero no se debe olvidar la responsabilidad que supone la educación de los hijos, el tiempo que se les ha de dedicar o el esfuerzo económico que representa la llegada de un nuevo miembro.
Convertirse en padres es una decisión importante que marca el inicio de una nueva etapa de mayor madurez y responsabilidad en la relación de la pareja.
El tener en cuenta las dificultades que puedan surgir ante la llegada de un hijo permite a la pareja afrontarlas mucho mejor, porque se han previsto y asumido antes del embarazo. Las parejas que ya han experimentado la paternidad han ido superando todos los inconvenientes a medida que éstos surgen. Pero no se trata de tomar decisiones precipitadamente sino de plantear los inconvenientes y tratar de encontrar soluciones. La paternidad es una de las experiencias más enriquecedoras que puede compartir una pareja.

Hay que visitar al médico antes de la gestación

La rutina diaria no suele favorecer los hábitos de vida sana, dado que se come mal, se descansa poco y se hace poco ejercicio. El organismo se resiente, a veces de forma imperceptible, y los déficits que comportan este tipo de vida en la salud sólo se ponen de manifiesto cuando hay un incremento en las necesidades del organismo.

El desarrollo del niño en el seno materno se producirá en las mejores condiciones para él y para la madre si ella goza de un óptimo estado de salud desde antes del inicio del embarazo.

Bastará una visita al médico para asegurarse de que la mujer se encuentra física y psíquicamente preparada para el embarazo. Y si la madre tiene cualquier problema de salud, el hecho de detectarlo a tiempo permite resolverlo o como mínimo realizar el tratamiento adecuado antes de la gestación.

Planificación del embarazo

Cuando una pareja se propone tener un hijo, es conveniente que la mujer conozca los días fértiles de su período menstrual. La temperatura corporal asciende unas décimas cuando se produce la ovulación, y entonces las posibilidades de que se produzca la concepción son mayores. La ovulación se produce hacia el día 14 del ciclo; pero el momento exacto varía de una mujer a otra, o incluso de un período a otro.

Los días fértiles, alrededor de la ovulación, se concentran en torno al día 14 contando a partir del primer día de la menstruación.
Con la toma de la temperatura durante vanos períodos, la mujer obtiene una medida bastante aproximada de su período fértil. Durante el embarazo, la salud del futuro hijo depende fundamentalmente del bienestar de la madre, de modo que se hace más importante que nunca llevar una vida sana, principalmente representada en:

Seguir unos buenos hábitos alimenticios que benefician tanto a la futura madre como al feto.
No fumar y evitar el humo de los cigarrillos ya que perjudica no solo a la madre sino también al feto en desarrollo.
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