En la reciente edición número 37 de la Revista Actas de Fundación Caser, se ha publicado un artículo que profundiza en el edadismo en los entornos sanitario y sociosanitario. Este fenómeno, que se manifiesta como una forma de discriminación basada en la edad, afecta especialmente a las personas mayores, quienes enfrentan desafíos significativos en el acceso a servicios y en la calidad de atención recibida.
El edadismo no se limita a actitudes individuales o prejuicios aislados; se presenta como una práctica estructural e institucionalizada. Esta realidad impacta directamente en el acceso a servicios sanitarios, la calidad de la atención y el respeto por la autonomía personal de los mayores.
Derechos Humanos y Edadismo
Desde una perspectiva de derechos humanos, el edadismo plantea serias preocupaciones al contradecir principios fundamentales como la dignidad humana, la igualdad y la no discriminación. Estos principios están reconocidos tanto en normativas nacionales como en instrumentos internacionales de protección de derechos. A pesar del marco jurídico existente, continúan prácticas que justifican un trato diferenciado hacia las personas mayores, basadas en suposiciones sobre fragilidad o incapacidad, sin realizar evaluaciones individualizadas ni adoptar un enfoque centrado en la persona.
El artículo aborda varios aspectos clave:
- El edadismo como discriminación estructural, presente en la organización y funcionamiento de los sistemas sanitario y sociosanitario.
- El impacto del trato diferenciado por edad en la calidad de atención y decisiones clínicas.
- Las barreras de acceso a los servicios sanitarios, fundamentadas en criterios cronológicos más que en valoraciones personalizadas.
- La vulneración de la autonomía personal, especialmente durante procesos informativos y de consentimiento.
- El uso injustificado de sujeciones físicas y farmacológicas, así como sus implicaciones para los derechos fundamentales.
- La exclusión de tratamientos por razón de edad, manifestando el edadismo institucional.
- Un enfoque basado en derechos humanos, orientado hacia una atención sociosanitaria que priorice dignidad e igualdad.
- El marco normativo nacional e internacional para proteger los derechos de las personas mayores.
Evidencias del Edadismo Institucional
La experiencia del Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM), gestionado por HelpAge International España, aporta datos empíricos al análisis del edadismo. A través del manejo de casos relacionados con discriminación por edad, el SEAM ha identificado patrones recurrentes que evidencian vulneraciones a derechos: desde la exclusión injustificada de tratamientos hasta el uso indebido de sujeciones y falta de acceso a recursos adecuados.
Los datos recopilados revelan que el edadismo es una problemática persistente que permea múltiples ámbitos dentro del sistema sociosanitario. La labor del SEAM es crucial para visibilizar estas situaciones y empoderar a las personas mayores en la defensa activa de sus derechos.
El artículo concluye con recomendaciones basadas en las experiencias del SEAM y HelpAge International España, enfocadas en erradicar el edadismo institucional. Se aboga por un modelo asistencial centrado en los derechos humanos que garantice autonomía, participación y respeto pleno por la dignidad e igualdad de las personas mayores.
Preguntas sobre la noticia
¿Qué es el edadismo?
El edadismo es una forma específica de discriminación basada en la edad que afecta de manera desproporcionada a las personas mayores, manifestándose como una práctica estructural e institucionalizada en los ámbitos sanitario y sociosanitario.
¿Cómo se manifiesta el edadismo en el entorno sanitario?
Se manifiesta a través de un trato diferenciado hacia las personas mayores, afectando su acceso a servicios, la calidad de atención y el respeto a su autonomía personal. Esto incluye prácticas como la exclusión de tratamientos por criterios de edad y el uso injustificado de sujeciones físicas y farmacológicas.
¿Cuáles son las implicaciones del edadismo en la atención sanitaria?
Las implicaciones incluyen la vulneración de derechos fundamentales, la falta de evaluaciones individualizadas y un enfoque centrado en la persona, lo que puede llevar a decisiones clínicas inapropiadas basadas en suposiciones generalizadas sobre la fragilidad o incapacidad de las personas mayores.
¿Qué recomienda el artículo para combatir el edadismo institucional?
El artículo concluye con recomendaciones orientadas a erradicar el edadismo institucional y avanzar hacia un modelo de atención basado en los derechos humanos, que garantice la autonomía, participación y dignidad de las personas mayores.