El sistema de salud en Gaza atraviesa una crisis catastrófica, con hospitales desbordados y una grave escasez de medicamentos. La Organización Mundial de la Salud informa que menos de la mitad de los hospitales operan adecuadamente, mientras que algunos centros superan su capacidad en más del 300%. Desde mayo, más de 1,600 personas han muerto debido a lesiones en zonas de distribución de alimentos. La desnutrición también está en aumento, afectando gravemente a niños menores de cinco años. Además, brotes de meningitis y otros trastornos están complicando aún más la situación, con un acceso limitado a suministros médicos y equipos internacionales.