El artículo de Christopher Lockyear, secretario general de Médicos Sin Fronteras, denuncia la situación crítica en Gaza, donde más de un millón de personas enfrentan una inminente catástrofe humanitaria. La evacuación forzada y los intensos bombardeos han llevado a la población a una desesperante realidad, con miles de muertos y heridos. Lockyear afirma que lo que ocurre en Gaza es un genocidio sistemático contra los palestinos, exacerbado por el asedio y la falta de acceso a ayuda humanitaria. Los gobiernos mundiales son instados a actuar para detener estas atrocidades y garantizar la protección de la población civil y del personal sanitario.
La guerra en Sudán está exacerbando un grave brote de cólera, con más de 99,700 casos sospechosos y más de 2,470 muertes reportadas desde su declaración hace un año. En la región de Darfur, se han atendido a más de 2,300 pacientes y se han registrado 40 muertes en solo una semana. La crisis se agrava por la escasez de agua potable y condiciones insalubres que dificultan las medidas de higiene. Las organizaciones humanitarias advierten sobre la necesidad urgente de mejorar los servicios de agua y saneamiento, así como implementar campañas de vacunación para frenar la propagación del cólera en el país y sus alrededores.
El Dr. Obeid, uno de los cirujanos de Médicos Sin Fronteras, está en el Hospital Kamal Adwan, desde donde relata la dramática situación que atraviesa el norte de Gaza. “Hacemos un llamamiento a todos los países del mundo para que consideren [lo que sucede en] el norte de Gaza y levanten el asedio que ha provocado la muerte de tantas personas”.
En los últimos diez días, el Hospital Nasser y los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) se han visto desbordados por cuatro incidentes con víctimas múltiples en el sur de la Franja.
La falta de pruebas diagnósticas y la dificultad para asegurar una correcta protección del personal sanitario, socio sanitario y de residencias durante las fases más agudas de la epidemia de Covid-19 en España mermaron la capacidad de respuesta a la pandemia. Así se pone de manifiesto en el informe publicado hoy sobre protección al personal sanitario elaborado por Médicos Sin Fronteras (MSF).
La República Democrática del Congo es uno de los países más pobres del mundo. Más del 70% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y un 15% de la población infantil sufre de desnutrición
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En 2024, el número de personas que han incluido a Médicos Sin Fronteras (MSF) en su testamento ha aumentado un 20% en comparación con el año anterior. Esta tendencia refleja un creciente interés por las donaciones solidarias, donde los testadores desean que su legado beneficie a quienes más lo necesitan. Historias de personas como Leandro Arribas y Marta Moreno destacan cómo experiencias personales les llevaron a tomar esta decisión altruista. La mayoría de los testadores son individuos mayores sin descendencia, y muchos no habían contribuido previamente a la organización. Este aumento se ha observado especialmente en comunidades como Cataluña y la Comunidad Valenciana, donde se han duplicado las consultas sobre testamentos solidarios. En total, MSF recaudó 11,5 millones de euros en 2024 gracias a estas iniciativas.
La coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Gaza, Caroline Willemen, denuncia la grave escasez de alimentos en la región, destacando que hay días en los que no hay leche de fórmula disponible para los bebés en la unidad de cuidados intensivos neonatales. La situación es crítica, ya que muchos pacientes y el personal sanitario enfrentan dificultades extremas para acceder a alimentos. Las cocinas comunitarias han dejado de funcionar y los hospitales apenas cuentan con productos básicos, lo que agrava las condiciones de salud. Willemen subraya que esta crisis alimentaria se produce en el contexto del asedio israelí, que tiene la obligación de proporcionar asistencia a la población.
Un brote se está extendiendo por el centro y este del país con, hasta la fecha, 5.000 casos y 191 muertes. Un reto más a la grave guerra de Sudán, que ya lucha contra la preocupante desnutrición infantil, los heridos de guerra en masa, y las enfermedades prevenibles.
Tras la aprobación total de la vacuna contra la COVID-19 de ARNm de Pfizer-BioNTech, otorgada por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés), Médicos Sin Fronteras (MSF) pide nuevamente a Pfizer y BioNTech que compartan de inmediato la tecnología y el conocimiento para realizar la vacuna con fabricantes en el continente africano que podrían ayudar a impulsar el suministro mundial.
Médicos Sin Fronteras alerta de que, tras tres años de conflicto, el número de niños con desnutrición grave está aumentando considerablemente. Sin embargo, no hay datos de calidad disponibles para declarar una hambruna inminente.
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