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Gaza

13/08/2025@21:18:58

En Gaza, más de 100 niños han muerto debido a la desnutrición y el hambre, según informes de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos. Esta tragedia se suma a los más de 40,000 niños que han sido reportados como muertos o heridos por los bombardeos israelíes. La crisis humanitaria se agrava con al menos 17,000 niños separados de sus familias y un millón que sufren traumas severos sin acceso a educación. La situación se ha vuelto crítica, con muertes por inanición reportadas diariamente y un aumento alarmante en los casos de malnutrición infantil. Los equipos humanitarios están trabajando para proporcionar asistencia, pero enfrentan desafíos significativos debido a la falta de materiales y recursos.

El sistema de salud en Gaza atraviesa una crisis catastrófica, con hospitales desbordados y una grave escasez de medicamentos. La Organización Mundial de la Salud informa que menos de la mitad de los hospitales operan adecuadamente, mientras que algunos centros superan su capacidad en más del 300%. Desde mayo, más de 1,600 personas han muerto debido a lesiones en zonas de distribución de alimentos. La desnutrición también está en aumento, afectando gravemente a niños menores de cinco años. Además, brotes de meningitis y otros trastornos están complicando aún más la situación, con un acceso limitado a suministros médicos y equipos internacionales.

La coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Gaza, Caroline Willemen, denuncia la grave escasez de alimentos en la región, destacando que hay días en los que no hay leche de fórmula disponible para los bebés en la unidad de cuidados intensivos neonatales. La situación es crítica, ya que muchos pacientes y el personal sanitario enfrentan dificultades extremas para acceder a alimentos. Las cocinas comunitarias han dejado de funcionar y los hospitales apenas cuentan con productos básicos, lo que agrava las condiciones de salud. Willemen subraya que esta crisis alimentaria se produce en el contexto del asedio israelí, que tiene la obligación de proporcionar asistencia a la población.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha denunciado que la hambruna masiva en Gaza es "fabricada y deliberada", subrayando que Israel controla el acceso humanitario. Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, criticó el sistema de distribución de ayuda, afirmando que está diseñado para servir a objetivos militares y políticos, lo que resulta en más muertes. Además, cuestionó la eficacia de los lanzamientos de ayuda en paracaídas propuestos por Israel, describiéndolos como costosos e ineficientes. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) también ha señalado los desafíos en la entrega de asistencia debido a la violencia y las restricciones impuestas por Israel. La OCHA exige condiciones seguras para facilitar la ayuda humanitaria y destaca la necesidad urgente de equipos y suministros esenciales en Gaza.

Más de 100 organizaciones humanitarias han lanzado un llamado urgente para permitir la entrada de ayuda vital en Gaza, donde el hambre masiva se ha convertido en una crisis devastadora. A medida que el asedio israelí continúa, tanto los civiles como el personal humanitario enfrentan condiciones extremas, con reportes de desnutrición aguda y muertes relacionadas con la falta de alimentos. La situación es insostenible, con miles de personas desplazadas y sin acceso a suministros básicos. Las agencias instan a los gobiernos a abrir todos los pasos fronterizos y garantizar un flujo constante de ayuda humanitaria para salvar vidas antes de que sea demasiado tarde.

La crisis en Gaza ha dejado a aproximadamente 10.000 recién nacidos sin existencia legal, conocidos como "bebés fantasmas", debido a la interrupción del registro de nacimientos por el conflicto y el colapso de infraestructuras. Según la ONU, esta situación limita su acceso a servicios básicos como salud y educación, y aumenta su vulnerabilidad a la explotación. La falta de registros oficiales puede agravar los ciclos de marginación y apatridia en una sociedad ya frágil. Además, la guerra ha causado la muerte de más de 17.000 niños en los últimos 21 meses, con un promedio de 28 muertes diarias. Organismos humanitarios advierten sobre el impacto devastador que esto tiene en la infancia y la reunificación familiar en medio del conflicto.

En Gaza, miles de bebés enfrentan desnutrición severa debido a la falta de acceso a ayuda humanitaria. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, advirtió que muchas madres han fallecido o están demasiado débiles para amamantar. A pesar de tener camiones con alimentos y suministros esperando en la frontera, la situación sigue siendo crítica. La ONU reportó que una de cada tres personas en Gaza lleva días sin comer, lo que agrava el riesgo de inanición. Además, las autoridades israelíes no han permitido la entrada de combustible durante cuatro meses, afectando gravemente los servicios médicos y el suministro de agua. La crisis humanitaria se intensifica con nuevos desplazamientos forzados en la región.

España, junto a otros 21 países, ha solicitado a Israel que permita la reanudación total de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Esta petición se enmarca en una declaración conjunta emitida por 25 socios humanitarios y propone un nuevo modelo para la entrega de asistencia. La iniciativa busca mejorar las condiciones de vida en la región afectada.

La situación en Gaza es crítica, con hospitales desbordados por el aumento de heridos debido a la violencia y el surgimiento de enfermedades raras como el síndrome de Guillain-Barré. La Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios informa que los centros médicos están al borde del colapso, mientras que la escasez de alimentos se agrava, afectando a más de 500,000 personas en riesgo de hambruna. Solo un 1.5% de las tierras cultivables son accesibles, lo que contribuye a una crisis alimentaria sin precedentes. Expertos en derechos humanos piden la restauración del sistema humanitario de la ONU y denuncian el uso de la hambruna como arma de guerra. La comunidad internacional debe actuar urgentemente para proteger a la población palestina y garantizar el acceso a ayuda humanitaria efectiva.

La disponibilidad de alimentos en la Franja de Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, afectando gravemente a pacientes vulnerables y al personal médico. Según Caroline Willemen, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Gaza, hay días en que no hay leche de fórmula para los recién nacidos en cuidados intensivos. La situación es crítica: muchos pacientes no reciben alimentos adecuados y las cocinas comunitarias han dejado de funcionar, lo que agrava la desnutrición entre los más necesitados. El personal médico también sufre esta escasez, enfrentándose a condiciones precarias mientras intentan atender a quienes dependen de su ayuda. La falta de nutrientes esenciales está poniendo vidas en riesgo en un contexto ya devastador.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha denunciado la grave situación humanitaria en Gaza, donde uno de cada cinco niños sufre desnutrición. Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, afirmó que las personas en Gaza son "cadáveres andantes", y advirtió sobre el alto riesgo de muerte entre los niños si no reciben tratamiento urgente. Además, 6000 camiones con alimentos y suministros médicos están listos para entrar en Gaza desde Jordania y Egipto, pero la ayuda humanitaria enfrenta restricciones. La crisis afecta también a los trabajadores sanitarios, quienes sobreviven con una comida al día. La situación se agrava con bombardeos continuos y órdenes de desplazamiento emitidas por las fuerzas israelíes, mientras que más de un millón de niños sufren las consecuencias de la hambruna.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una grave alerta sobre una "hambruna masiva" en Gaza, atribuyendo la crisis al bloqueo israelí que impide el ingreso de alimentos y ayuda humanitaria. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que la desnutrición aguda afecta ya al 10% de la población general y más del 20% de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas. Desde julio, los centros de tratamiento han estado desbordados y se han documentado muertes por desnutrición infantil. La situación se agrava con el riesgo para los trabajadores humanitarios, quienes enfrentan graves obstáculos para distribuir ayuda. La OMS exige un alto el fuego y acceso seguro a la asistencia humanitaria.

Más de 50 niños han muerto de desnutrición en Gaza desde el inicio del bloqueo de ayuda el 2 de marzo, según la ONU. La guerra en la región ha dejado más de 58,000 muertos y ha intensificado la crisis alimentaria, con casi 900 muertes relacionadas con la búsqueda desesperada de comida. La UNRWA ha examinado a más de 242,000 niños, revelando que uno de cada diez está desnutrido. Las condiciones son críticas: escasez de alimentos y medicinas debido al estricto bloqueo israelí. La situación plantea interrogantes sobre la falta de acción internacional ante esta tragedia humanitaria, donde bebés como Ahlam y Salam enfrentan un futuro incierto.

La inclusión de las personas mayores en las respuestas humanitarias de nutrición es crucial, especialmente en contextos de crisis como el actual conflicto en Gaza. A pesar de ser uno de los grupos más vulnerables, a menudo son ignoradas en las estrategias de asistencia nutricional, lo que agrava su riesgo de malnutrición y afecta su salud. Es esencial implementar directrices integrales y mejorar la recopilación de datos desglosados por edad para abordar sus necesidades específicas. Involucrar a las personas mayores en la planificación y ejecución de programas, así como promover enfoques liderados localmente, garantizará respuestas más efectivas y accesibles. Priorizar la capacitación sobre envejecimiento y nutrición permitirá que los actores humanitarios desarrollen intervenciones inclusivas que no dejen a nadie atrás.

El 2 de abril de 2025, España recibió a 13 menores con cáncer y sus familias evacuados de Gaza, en una operación coordinada por el Ministerio de Sanidad junto con la OMS y la Comisión Europea. La ministra de Sanidad, Mónica García, fue quien dio la bienvenida a los menores en la Base Aérea de Zaragoza. Esta acción humanitaria refleja el compromiso del país con la salud y bienestar de los niños afectados por el conflicto.