Un estudio del Centro de Neurociencias Cajal (CNC) del CSIC revela que el ejercicio físico moderado mejora la memoria y la neurogénesis, gracias a la modulación de la microbiota intestinal. Investigaciones en modelos animales muestran que una práctica de unos 40 minutos a velocidad media aumenta la diversidad bacteriana en el intestino, lo que se traduce en beneficios cognitivos significativos. Los resultados sugieren que un ejercicio excesivo podría ser contraproducente. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para terapias basadas en la microbiota que podrían ayudar en enfermedades neurodegenerativas y trastornos cognitivos. La personalización del ejercicio según las características individuales puede maximizar sus beneficios para la salud cerebral.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto un mecanismo celular que altera la microbiota intestinal, lo que acelera el envejecimiento celular y aumenta el riesgo de enfermedades múltiples. Este estudio, publicado en Science Immunology, revela que la pérdida de función de los linfocitos T CD4 debilita la barrera intestinal, provocando inflamación crónica y multimorbilidad. Al trasplantar linfocitos T CD4 jóvenes a ratones envejecidos, se logró restaurar el equilibrio intestinal y reducir la aparición de enfermedades. Estos hallazgos abren nuevas vías para terapias que promuevan un envejecimiento saludable y prevengan enfermedades relacionadas con la edad.
Un metaanálisis con 35.000 menores de 12 años de 8 países europeos subraya la relación entre los espacios verdes urbanos y la salud respiratoria en la infancia.
En una eventual llegada al “planeta rojo” es prioritario evaluar qué pasa con la microbiota, que son los microrganismos que conviven con el humano en su intestino, piel, nariz y boca, entre otros órganos, y que resultan claves.
El Centro Tecnológico AINIA ha lanzado el proyecto DISBIOSIS, una iniciativa innovadora centrada en la disbiosis intestinal. Este proyecto busca desarrollar modelos in vitro avanzados para evaluar compuestos bioactivos y crear estrategias de prevención y terapia que restauren el equilibrio de la microbiota intestinal. Con un enfoque multidisciplinar, DISBIOSIS investiga también la relación entre la salud cognitiva y la disbiosis intestinal. Financiado por IVACE-FEDER y con colaboración de empresas del sector nutracéutico, este proyecto promete generar herramientas tecnológicas valiosas para el tratamiento de patologías relacionadas con el eje intestino-microbiota-cerebro.
Un estudio abre la posibilidad al desarrollo de nuevas terapias para mejorar el neurodesarrollo infantil mediante el uso de compuestos o microorganismos probióticos.